La Historia de Carmelo: De la Ansiedad Financiera a la Tranquilidad
Hace dos años, Carmelo llegó a nosotros completamente abrumado. Ganaba un buen sueldo como ingeniero, pero cada mes se las arreglaba para gastar todo su dinero sin saber exactamente dónde se había ido. "Sabía que tenía que hacer un presupuesto", nos contó, "pero cada vez que intentaba seguir uno, me duraba máximo una semana".
El problema no era que Carmelo no supiera sumar y restar. El verdadero obstáculo estaba en sus patrones emocionales: compraba cuando se sentía estresado, evitaba revisar sus gastos por miedo, y asociaba el ahorro con privación. Trabajamos juntos durante ocho meses, no solo en técnicas de presupuesto, sino en reconocer y cambiar estos comportamientos automáticos.
Hoy, Carmelo ha ahorrado más de 12.000 euros y, más importante aún, duerme tranquilo sabiendo que tiene control sobre su futuro financiero. Su éxito no vino de seguir una fórmula mágica, sino de entender por qué actuaba como actuaba con el dinero.